¿De qué se hacen las cajas de huevos?
De diario. De papel de diario. Esa curiosa forma con ángulos, relieves y sutil porosidad está extrañamente hermanada con una de las más tradicionales costumbres de las sociedades modernas: la impresión de noticias en papel. Las miles de toneladas de periódicos que se botan día a día, luego de ser recuperados y reciclados tienen su último respiro de vida útil como soporte de uno de los alimentos más recurrentes de las familias latinoamericanas.
Pero hay más, mucho más.
Casi en una misión de vida o muerte, las cajas hechas a partir de materiales reciclados o de fibras obtenidas de plantaciones renovables y certificadas, custodian los vinos que viajan miles y miles de kilómetros en barcos o aviones para terminar acompañando nuestras comidas.
Las cajas de remedios tienen un proceso parecido. Nacen de enormes pliegos de cartulinas, para después adquirir la forma necesaria que les permita cobijar los medicamentos que más de algún dolor nos ayudarán a quitar.
Salmones, uvas, manzanas, cereales, pastas y hasta el último lanzamiento tecnológico que adquirimos vía comercio electrónico, se cobijarán en envases hechos de cartulinas, papeles y cartones y una vez que los usemos y desechemos, volverán a nuestras manos, tal vez como una bolsa en la que guardaremos las provisiones que compremos en el centro comecial, supermercado o en el almacén de nuestro barrio.