El proyecto para el rescate del huemul
En el parque Rucamanqui de CMPC hay una población cercana a los 50 huemules, que son permanentemente monitoreados para determinar su estado.
Todo comenzó en 2005, cuando investigaciones en los predios de la compañía, en el sector alto de la Cordillera de los Andes, se determinó la presencia de una pequeña población de huemules.
Así fue como CMPC declaró como Área de Alto Valor de Conservación (AAVC), esta superficie que comprende 4.600 hectáreas, con el objetivo de cooperar con la conservación del huemul y su hábitat, controlando las amenazas y generando las condiciones para la colonización de los ambientes presentes en este terreno.
“Actualmente se estima una población total cercana a 50 huemules en la zona alta de la Cordillera de los Andes, entre Los Ángeles y Chillán”, afirma Jean Pierre Lasserre, gerente de Tecnología y Planificación de CMPC.
El profesional explica que dentro de las principales acciones que se han tomado para la conservación de este mamífero se encuentra la mantención de un área especial para la protección de la especie, en una zona de 1.200 hectáreas dentro de Rucamanqui, y la implementación de restricciones de acceso para el ganado y otros animales domésticos, que pueden ser fuente de transmisión de enfermedades.
Desde 2014 se realizan trabajos de monitoreo a cargo del consultor en conservación Rodrigo López, a través de 14 cámaras trampas, que reflejan la presencia del huemul e indicadores indirectos, como huella y pelaje. El rescate de la información de las cámaras se realiza de dos a tres veces al año.
“Dentro de los próximos objetivos propuestos está el apoyar instancias de trabajo conjunto con organismos públicos y propietarios colindantes, para evitar que las actividades relacionadas con la producción o el turismo se conviertan en una amenaza para la conservación del huemul”, explica Jean Pierre Lasserre.