Mujeres mapuche son premiadas por sus destacados emprendimientos del 2019

Telar, joyería, cestería, centros turísticos y gastronomía, en torno a la cultura mapuche, son algunos de los proyectos con que 12 mujeres mapuche destacaron en 2019, desarrollando su talento y aportando al desarrollo local en las regiones de La Araucanía y El Biobío.

Por esto, recibieron un premio en la primera versión de Emprendedoras Mapuche Destacadas 2019, organizado por El Mercurio, Mujeres Empresarias y Empresas CMPC, en una ceremonia realizada en El Mercurio y en la que participaron los principales ejecutivos de cada una de las instituciones organizadoras.

Sobre el vínculo de CMPC  con las emprendedoras premiadas, Luis Felipe Gazitúa, presidente de Empresas CMPC, afirmó que «en nuestro caso, se trata de relaciones que tienen mucho tiempo, porque precisamente porque es el foco bajo el cual orientamos nuestro trabajo de relacionamiento. No sólo buscamos generar empleo y proporcionar al mundo los productos limpios, naturales y renovables que el medio ambiente necesita, sino también convertirnos en un factor potente de desarrollo en los territorios en los cuales se desenvuelve nuestro trabajo”.

Como parte de este reconocimiento, la historia de cada una de las emprendedoras se publicó en la Revista Ya de El Mercurio, durante 2019, culminando en esta ceremonia final.

Historias de Emprendedoras Mapuche Destacadas 2019

  • Jovina Llanca

“El principal objetivo es poder formalizar este proyecto y comercializar nuestros productos correctamente, ya que hemos obtenido fruta de calidad y hemos logrado un impacto productivo dentro de las comunidades”, afirma Jovina Llanca, que se dedica hace más de cuatro años a los huertos de Berries (frambuesas, frutillas, arándanos).

Jovina es presidenta de la agrupación “Siete comunidades Unidas de Huapitrío”, que implementan estos huertos, con sus respectivos sistemas de riego y asesoría para el manejo de los berries.

Esta ayuda se realiza a través de un convenio que CMPC pactó para apoyar a cerca de cien familias de pequeños agricultores mapuche durante cinco años.

Este proyecto se desarrolla principalmente en las localidades de Huapitrio en la comuna de Collipulli, en el sector Pidima, comuna de Ercilla, en el sector Toquihue, comuna de Victoria; y en la comuna de Tirúa.

Actualmente la producción anual de berries alcanza los 239.250 kilos de frutillas, 78.200 kilos de frambuesas y 87.700 kilos de arándanos, productos que son comercializados por los emprendedores en ferias, a través de internet, redes sociales, entre otros medios, permitiendo de esta forma expandir sus negocios a más clientes.

  • Isolina Huenulao

“Mi propósito era desarrollar algo propio, relacionado con el agroturismo pero que, también, se complementara con algo de mi producción. Es así como ahora junto con nuestro vino, lanzamos el primer espumante de una viña mapuche”, dice Isolina Huenulao fundadora de la Viña Wuampuhue, el viñedo mapuche más austral del mundo, que hoy destaca en el ámbito del emprendimiento ligado a la tradición y a la cultura.

Por la condición geográfica del lugar, el terreno de Viña Wuampuhue —en la comuna de Carahue— es apto para el cultivo de la cepa Pinot Noir.

Al ser de cultivo semi-orgánico, el viñedo está permanentemente sujeto al control de malezas de manera natural, evitando así el uso de pesticidas. Además, la superficie es regada por un sistema impulsado por paneles solares, los que, a través de la energía que generan, permiten extraer el agua desde un estero y subirla a un estanque de acumulación.

  • Ñocha Malén

“Me inicié como maestra y ahora estoy haciendo un taller a 15 artesanas en la escuela de oficios que se inauguró hace poco en Cañete”, destaca Juana Maribur, presidenta de la Agrupación Ñocha Malén, un colectivo de la Provincia de Arauco, Región del Biobío, que desde 2012 trabaja para perpetuar el arte de la cestería en ñocha con un sello moderno y altos estándares de calidad.

En 2017, la agrupación que ella preside, Ñocha Malen, fue seleccionada para participar en la prestigiosa Bienal Révélations realizada en el Grand Palais de París, Francia. Chile fue el país anfitrión de la muestra con motivo de la celebración de los 100 años de Violeta Parra y Juana estuvo ahí representando a 15 cesteras de la localidad de Huentelolén, comuna de Cañete, que heredaron de sus madres y abuelas el arte de tejer con ñocha.

El colectivo Ñocha Malen, “mujer de ñocha” en mapudungún, se creó gracias a una iniciativa impulsada por la gestora cultural e historiadora Claudia Hurtado y desarrollada por CMPC.

El objetivo era rescatar y fomentar este tejido ancestral que se estaba perdiendo debido a la escasez de la ñocha, una fibra vegetal que crece de manera natural y es endémica del sotobosque nativo y de las plantaciones forestales de la Cordillera de Nahuelbuta.

  • Estela Nahuelpán

“Espero que Monkul y lo que estamos llevando a cabo sea un foco de desarrollo para el territorio lafkenche y la región”, dice Estela Nahuelpán presidenta de la Comunidad Mateo Nahuelpán,

La comunidad integra la Ruta Fluvial Carahue Navegable, en el Humedal Monkul, en la Región de La Araucanía, ofreciendo múltiples servicios que permiten al visitante encontrarse con la cultura mapuche.

En la Ruta —explica Estela— el trabajo es comunitario, basado en las fortalezas y habilidades de las mujeres y sus familias, principalmente, todas puestas al servicio de la cooperativa de turismo Monkul Newen Ko, que opera en el lugar.

Es así como efectúan recepciones en la ruca comunitaria; relatos comunitarios y fundacionales de los lugares de significación cultural; recorridos por senderos y miradores; visita al aula abierta para avistamiento de aves; paseos en bote o kayaks al interior del humedal; trekking por la playa Monkul a acantilados Los Obispos, y gastronomía lafkenche e intercultural, junto a servicios de coctelería.

Estela también es profesora de lenguaje y comunicación y hace clases a niños y niñas lafkenches que asisten a la escuela ‘Sol naciente’ a orillas del Lago Budi, en la comuna de Saavedra.

  • Irma Huenuqueo

“Compro la materia prima y hago todo el proceso: lavarla, limpiarla, hilarla, teñirla con hierbas y con productos naturales”, explica Irma Huenuqueo, tejedora de telar mapuche como marcadores de libros.

Irma Huenuqueo, es parte de la comunidad indígena Painen, en Nueva imperial, Región de La Araucanía, aunque la mayor parte del tiempo vive en Molco.

Entre los productos que fabrica destacan los marcadores de libros, que integran la técnica del telar con el teñido natural y la simbología. Dependiendo de los requerimientos, Irma puede confeccionar entre 25 y 50 marcadores mensuales, llegando incluso a los 100.

La emprendedora lleva cerca de 15 años colaborando con Fundación Cholchol, que promueve el comercio justo de fina artesanía y textilería mapuche, y actualmente también hace entregas en Artesanías de Chile. “Esta labor significa mucho, porque cuando comencé a trabajar con pedidos yo les daba dinero a mis hijos para estudiar. En ese tiempo estaban en la universidad y los apoyaba con sus pasajes u otros gastos”, dice.

  • Marcelina Huentecura

“Además de ser mapuche, siempre me ha interesado aprender más sobre mi cultura, me identifico con su cosmovisión. Por otra parte, creo que el destino me llevó a ser artesana. El lado comerciante viene de familia, ya que mis hermanos se dedican mayormente a las ventas. Y la artesanía, propiamente tal, la heredé de mi padre, que realiza tallado en madera”, cuenta Marcelina Huentecura (29).

Ella es artesana en platería mapuche. Es de Carahue, Región de La Araucanía, y tiene su emprendimiento, la joyería Ülcha Küyen o “luna joven” en mapudungún, confeccionando anillos, aros, pulseras, colgantes y otras joyas a pedido, con diseños modernos pero que conservan la identidad mapuche.

Este artesana además realizó —junto a CMPC— cursos para líderes y emprendedores, lo que, a su juicio, fue bueno para conocer más acerca de cómo desarrollar el negocio. “Estos cursos fueron completos y bien planificados, además los profesores fueron muy profesionales y cercanos con nosotros para resolver todas nuestras dudas”, cuenta.

  • María Ñancucheo

“Trabajamos la medicina alternativa. Extraemos aceites de manzanilla, poleo, boldo, menta, eucalipto, pino, arrayán, romero y laurel, entre muchos otros. Tenemos una gran variedad”, explica María Ñancucheo, presidenta de la Agrupación Lawén Mapu, un grupo de productoras de hierbas medicinales de Nueva Imperial, Región de La Araucanía, que elabora aceites, esencias y cremas, según métodos ancestrales.

Los productos se comercializan en la comunidad y sus alrededores, y con las recomendaciones de uso, ya que cada planta medicinal tiene sus propiedades. El quintral de maqui, por ejemplo, se usa para el tratamiento del cáncer; la limpiaplata con sanguinaria, para la anemia; el arbusto pata de vaca, para la diabetes, y el palo santo (hierba de San Juan), para la depresión.

Y es que en la cultura mapuche, la medicina y el remedio para cualquier enfermedad o afección se encuentra en la naturaleza.

En los predios de CMPC, en medio de sus reservas de bosque nativo, hay plantas que se usan en la medicina mapuche. Por eso, la compañía tiene una larga historia de apoyo a las machi y mujeres mapuche, a quienes permite ingresar a sus terrenos para obtener las plantas. Este proyecto, desarrollado en Lumaco y cholchol, también busca que las mujeres que lo requieran puedan cultivar las plantas medicinales que necesitan en sus predios, con el apoyo de la empresa, mediante la instalación de sombreaderos (viveros), capacitación y provisión de esas plantas.

  • Nancy Epulef

“Mi primera manta la elaboré a los 13 años. Aprendí esta técnica gracias a la herencia familiar. Veía como mi abuela las trabajaba hasta que logré dominar este arte. Además cuento con un don como mujer artesana y mapuche, ya que poco a poco fui descubriendo y rescatando los diseños tradicionales para elaborar las mantas”, detalla Nancy Epulef, artesana del telar y una de las pocas que elabora mantas de cacique de la forma tradicional mapuche: manualmente y ayudada por el telar.

“La manta se fabrica con lana de oveja que se hila, se tuerce y se lava. Luego viene el proceso de amarrado y, para esto, uso la piedra mallo que proviene de la tierra, y la ñocha que recolecto de los pajonales. Solo uso productos vegetales para teñir. Una vez teñido y de otro lavado, se procede al secado, y ahí se va tejiendo la manta con ayuda del telar. finalmente me encargo de las terminaciones y de todos los detalles”, explica Nancy.

La artesana vive en el sector Malalche Rincón, en la comuna de Cholchol, Región de La Araucanía. Ha trabajado muchos años en la elaboración de este tipo de mantas ancestrales, una labor que combina con su huerto de frambuesas y sus actividades en la comunidad Indígena Quintul viuda de alcaman cayul.

  • Paola Huenupe

“Siempre estuvieron presentes en la alimentación sana de nuestros antepasados, y hoy los compartimos con nuestros clientes que han tomado conciencia de la alimentación saludable”, dice PaolaHuenupe (41) de la comuna de Traiguén, camino a Galvarino, Región de La Araucanía, quien a través de su emprendimiento “Ruka Chufquén” elabora productos naturales, como licores, café, té e infusiones, a partir de maqui, murta, mora, entre otros frutos.

La idea se gesta ante la necesidad de generar un ingreso para la familia y, también, para poner los frutos producidos al interior de las comunidades mapuches en forma natural.. Los productos los comercializan en ferias nacionales y ahora lo podrán hacer también en la tienda de CMPC de Temuco.

  • Wilma Levil

“Ofrecemos alojamiento en domos y pods, la posibilidad de relajarse en baños de tinajas temperadas con hierbas medicinales a orillas del río Imperial, disfrutar de ricas opciones de once en nuestra cafetería y recorrer el río en kayaks. En el corto plazo, tendremos además nuestro salón de eventos”, destaca Wilma Levil, sobre su centro turístico Omilen Antü Carahue (Rayos de Sol) en 2016, que es parte de la Ruta Fluvial Carahue Navegable, en la Región de La Araucanía.

Su desafío ahora es seguir trabajando y creciendo. “Anhelo terminar el centro turístico, implementando la construcción del alojamiento comunitario, pasarelas a orillas del río, mejorar el sistema de calefacción por uno más amigable con el medio ambiente, entre otras cosas. Pero mi sueño más grande es construir un hotel en medio de una montaña natural en la costa. Lo veo muy cercano, lo decreto”, dice.

 

 

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