Súper Puma, los poderosos helicópteros que se suman al combate de los incendios forestales
Son dos los nuevos recursos aéreos con que CMPC aporta al combate de los incendios rurales en esta temporada en las regiones de Biobío y La Araucanía, en Chile. Conocidos como Súper Puma, los helicópteros tienen capacidad para transportar 3.500 litros de agua. Actualmente se encuentran operando en las comunas de Los Ángeles y Angol.
El Helicóptero AS 332 L2 es uno de los modelos de gran envergadura -en cuanto a la capacidad para transportar agua- existentes en Chile, cuentan los pilotos de las aeronaves conocidas como Súper Puma que se suman a los recursos de combate de CMPC para combatir los incendios forestales en la zona centro sur de Chile. Con cerca de 20 metros de longitud, cada una de estas aeronaves tiene un rotor de 4 palas y puede alcanzar hasta los 150 nudos, vale decir 277,8 km por hora.
Estos helicópteros tienen una tripulación compuesta por un piloto comandante y un piloto a cargo de las comunicaciones y navegación. Alejandro Jiménez, comandante a cargo del Súper Puma que CMPC opera en Los Ángeles, explica que el principal objetivo de estas nuevas aeronaves es contribuir a la misión más importante de todas: proteger a las personas y sus hogares. “Es una tarea compleja que requiere de muchos actores”, cuenta el piloto y agrega que “los principales son los brigadistas que están trabajando con el apoyo de los medios aéreos, no hace nada un brigadista sin un medio aéreo, y un medio aéreo sin un brigadista tampoco”.
Cada Súper Puma puede transportar a 15 brigadistas rápidamente a cualquier parte de Chile. Así lo explica Ibon Morales, piloto de la aeronave de Los Ángeles: “Su potencia son 1.800 caballos por cada motor, tenemos 2 motores, y eso nos ayuda a poder despegar y aterrizar en cualquier sitio de la geografía chilena, cuenta con una capacidad de 2 mil litros de combustible, podríamos volar más de tres horas sin parar”.
Estos helicópteros se suman a los recursos de combate de la compañía entre los que se encuentran aeronaves, 1.220 helipistas y helipuntos GPS, 32 pistas de aterrizaje y carguío de agua en conjunto con Conaf y Corma, 441 fuentes de agua para carguío de helicópteros y 64 piscinas de carguío de aeronaves. También cuentan con 108 brigadas de combate terrestre, 12 brigadas cisternas y 8 brigadas mecanizadas que se especializan en la construcción de cortafuegos. En total son 1.200 brigadistas en tierra combatiendo estos eventos.
El subgerente de Protección Forestal de CMPC, Raúl Serrano, cuenta que con estas dos nuevas aeronaves esperan poder dar más apoyo a las personas que están enfrentando los incendios en tierra. Al mismo tiempo, Serrano explica lo que motiva a la compañía para seguir sumando recursos: “Tenemos un vínculo estrecho con nuestros vecinos. Por eso nuestra principal misión, junto con prevenir nuevos focos, es proteger los lugares habitados, es decir a las personas. Así, más de la mitad de los incendios que combatimos son en terreno de terceros”.
Trabajo en equipo
La labor de la Brigada Forestal es el corazón del trabajo, explican los pilotos expertos. “Es una tarea compleja que requiere de muchos actores, pero los principales son los brigadistas que están trabajando con el apoyo de los medios aéreos”, destaca Ibon Morales.
Asimismo, Luis Alcina, otro de los pilotos, cuenta que, al llegar al lugar de descarga, luego de las coordinaciones con otras aeronaves, buscar los puntos de agua y los análisis de riesgo del entorno deben activar el trabajo en equipo ya que, “en ese lugar donde nos están pidiendo las descargas es donde están los brigadistas forestales trabajando y debemos coordinar con ellos, porque el trabajo es en equipo, nosotros rebajamos las llamas y las brigadas rematan el incendio”.
La prevención, tarea de todos
Otro de los aspectos destacados por los pilotos es que, “el rol de la ciudadanía es prevenir, ser cuidadosos y si observan un incendio forestal alertar a los equipos especializados. Nunca cruzar la línea de fuego porque están en riesgo ellos y pueden poner en riesgo el operativo”, cuenta Alcina.
Ibon Morales, al igual que sus compañeros, dejó su familia en España para apoyar la prevención y combate de los incendios forestales en nuestro país, por lo que hace un llamado a los chilenos a prevenir y a cuidar su vida y la naturaleza, “mi mensaje a la ciudadanía, es que nosotros vivimos en la naturaleza, somos naturaleza y si destruimos la naturaleza no somos nada, y para no destruir la naturaleza debemos evitar incendios, evitar el mal uso del fuego, hay que darse cuenta que nosotros somos naturaleza, vivimos en ella y debemos estar anclados con ella”.